Como padre de la escuela Emili Carles Tolrà, colaboramos en el rediseño del nuevo logotipo.
Para hacerlo nos basamos en el actual que fecha de 2009 y que fue obra del alumno Valero Larredcon motivo del 75.º cumpleaños de la escuela. Partiendo de la imagen existente, nos centramos en la parte tipográfica de la composición.
A pesar de que el edificio en el caso de Emili, es más que simbólico, lo dejemos en un segundo término y apostemos para potenciar el nombre popular. A nuestro entender, ‘Emili’ es una marca reconocida y aceptada dentro de la escuela y de la villa.
También es una manera de mostrar la escuela de forma próxima y amable. Sin ornamentos, sin añadidos. Simple. Directo.
Al ser una palabra escrita a mano, con caligrafía de escuela, también lo hace más personal y da fuerza al concepto que representa.
Somos lo qué somos, y estamos contentos de serlo y de formar parte. Como que somos una escuela plural, creemos que el color es una buena manera de representarnos. Dejamos el nombre en negro, y damos colores diferentes a los pequeños elementos, mostrando esta diversidad de culturas y de gente que forman la escuela.
Una vez tenemos la marca definida, nos gustaría que fuera dinámica y que se adapta a las necesidades.
Así, si queremos hacer énfasis en la idea de que la escuela pública en general y Emili en particular, además de un equipo de docentes y de unas clases establecidas, necesita del apoyo de todos los que formamos parte para poder crecer como escuela y abrir la enseñanza a conocimientos más amplios y más allá de los estudios básicos, podemos incorporar la ‘baseline’ ‘Emili soy yo’ que quiere decir ‘Emili somos todos’ si nos imaginamos el momento en el qué muchos alumnos lleven la camiseta a la vez en un mismo espacio. Nos parece una buena manera de representar este hecho y convertirlo a la vez en un sentimiento, en un grito.
Para hacerlo nos basamos en el actual que fecha de 2009 y que fue obra del alumno Valero Larredcon motivo del 75.º cumpleaños de la escuela. Partiendo de la imagen existente, nos centramos en la parte tipográfica de la composición.
A pesar de que el edificio en el caso de Emili, es más que simbólico, lo dejemos en un segundo término y apostemos para potenciar el nombre popular. A nuestro entender, ‘Emili’ es una marca reconocida y aceptada dentro de la escuela y de la villa.
También es una manera de mostrar la escuela de forma próxima y amable. Sin ornamentos, sin añadidos. Simple. Directo.
Al ser una palabra escrita a mano, con caligrafía de escuela, también lo hace más personal y da fuerza al concepto que representa.
Somos lo qué somos, y estamos contentos de serlo y de formar parte. Como que somos una escuela plural, creemos que el color es una buena manera de representarnos. Dejamos el nombre en negro, y damos colores diferentes a los pequeños elementos, mostrando esta diversidad de culturas y de gente que forman la escuela.
Una vez tenemos la marca definida, nos gustaría que fuera dinámica y que se adapta a las necesidades.
Así, si queremos hacer énfasis en la idea de que la escuela pública en general y Emili en particular, además de un equipo de docentes y de unas clases establecidas, necesita del apoyo de todos los que formamos parte para poder crecer como escuela y abrir la enseñanza a conocimientos más amplios y más allá de los estudios básicos, podemos incorporar la ‘baseline’ ‘Emili soy yo’ que quiere decir ‘Emili somos todos’ si nos imaginamos el momento en el qué muchos alumnos lleven la camiseta a la vez en un mismo espacio. Nos parece una buena manera de representar este hecho y convertirlo a la vez en un sentimiento, en un grito.
